lunes, 3 de septiembre de 2012

Diario de una unaccompanied minor.

Ya he viajado sola antes, pero por la hora y además que serán tres vuelos y cada uno con una o dos horas de diferencia sé necesitaré mucho entretenimiento, así que accedí a publicar en el blog mi diario de hoy, sobre las cosas entretenidas o caóticas que me pasen.


10 de agosto, Maiquetía: 


Como cualquier vuelo respetable en Venezuela, mi vuelo salía a las 8:30 y saldremos a las 11:30, hago escala así que tenían qque cambiar unos pasajes, lo cual al parecer era muy difícil, ya que estaban cuatro personales de United encargandose de manejar la computadora.

Siempre me causará risa como sabiendo que te tienes que quitar los zapatos, la correa y los objetos metálicos para pasar por el detecta metales se mantienen parados en la cola hasta último momento y ahí proceden a preguntar y desvestirse, qué falta de comodidad.

Adentro sin audífonos decido caminar por todas las puertas buscando para comprar unos, logré conseguir unos después de una vuelta junto a la puerta 12. El boleto decía puerta 13, voy a la 13 y la pizarra dice "Panamá" lo que me hace deducir que no es ahí, pregunto y me dicen que es en la puerta 22, camino hasta esa puerta y me consigo a una pasajera del mismo vuelo perdida y nos presentamos, Claudia, que estaba igual de perdida que yo preguntó y le dijeron la puerta 14, nos devolvemos y dice "Aruba", volvemos al centro de de las puertas y volvemos a la 12, que la pizarra dice "Santo Domingo" pero es ahí. Sublime, si no pregunto nunca encuentro la puerta. 

Aprovechando mi falta de carga y el enchufe libre, me siento, había uno con una muchacha y preferí buscar otrao para no incomodarla, conseguí uno que no había nadie así que perfecto, todo cómodo, después de un rato llegó una señora que, a decir verdad, aseguro es pariente del Mesías, de no ser claro, que fuese el Mesías en versión femenina, junto su hijo que seguro es un tamborilero reconocido, creo haberlos visto a ambos en una revista de la iglesia, qué únicos y asombrosos. La señora se sienta hombro con hombro conmigo y le dice a su hijo que se quede ahí, recordandole algo que yo nunca habría deducido, cito: "Cuidado mi amor, que si se desenchufa no carga". Supongo el hijo estaba bien agradecido, digo, eso es algo que a mi personalmente nunca se me habría ocurrido. El hijo, como gran tamborilero reconocido utiliza su maleta como tambor unos veinte minutos, nada, yo encantada, qué talento para la música tiene el muchacho, ¡sin duda un niño talentoso señora! Y es que claro, con esa madre o le salía músico o le salía astrounauta. 

Después de que esta familia me deleitó con su grandeza llegó otra señora que me ve sentada con el celular enchufado y accede a preguntar "Mijita ¿sirve?" A lo que debí contestar "No señora, no sirve, las sillas me parecen muy incómodas y me parece preferible sentarme en el piso sucio sola. ¿Se une?" Pero no, me aguanté, sonreí y dije "Jajaja, si señora, siéntese" arrimando mi bolso.

Entre que soy menor y que soy venezolana la aeromoza me ha pegado con su trasero aereo como 3 veces, pero como no soy turista ni adulta no le importa, además soy negra, that's racism! Me negrean en el avión, me dieron agua y cuando pasaron con la bolsa de basura ni me ofreciern para botar el vaso, que maldad. Aparte, me parece un irrespeto que el vuelo era a las 8:15 a.m, sean las 12:30a.m y yo sigo en Maiquetía, aparte, ya una hora en el avión porque decidieron abordar el avión y luego descubrieron una falla, la aerolínea United es un desastre, más encima el aeropuerto de Maiquetía que también es un rollo dime tú, mezclita digna de premio.




10 de agosto, Houston: 

Mi vuelo a Chicago sale a las 8:55 y llevo casi dos horas aquí sentada, casi quedandome dormida. Nada interesante, sólo una señora mayor venezolana hablandole a una asiática del aeropuerto y ella le responde "I don't speak spanish" lo cual la venezolana ignoró y siguió preguntando cual era la puerta, ignoro mi odio hacia los asiáticos y le funciono de traductor a la señora, para que después de ayudarla y creer que me ya había ganado mi nube en el cielo, la señora me diga "MIJA ¿SERÁ QUE TÚ ME PUEDES ACOMPAÑA' PA' LA PUERTA? 'E que yo inglés no hablo nada… gracias madre" nótese las mayúsculas y negritas porque aseguro que a la señora se le dañó el auricular o algo así, porque gritaba como sino lograra escucharse a si misma. 

Yo, bondadosa y buena persona acompaño a la señora a la puerta E12, sin contar que debía caminar a la C13 (cada letra tiene 45 puertas), al llegar después del viaje que me tocó por buena persona me dicen que es en la C37 y camino hasta allá, la vida siempre malagradeciendo mi bondad, cuando llego al fin a la C37 me devuelven pero esta vez a la C14. Yo estoy segura que se organizaron para hacerme todo más canzón y largo, de no ser así, les salió excelente sin siquiera intentarlo.

Me siento a esperar en la puerta un rato y decido pararme a buscar un baño, ¿creen que lo conseguí? Exactamente, no. Todos estaban cerrados por la hora, pasé miles de locales, 3 Starbucks entre todos ellos y no vi ningún baño, así que me tocaba aguantar hasta el avión, de vuelta a mi lejana puerta decidí pararme a comer, como siempre tenía alante una familia gringa que no tengo que describirla, simplemente era gringa, rubios, pálidos, con 2 hijos, un esposo con camisa de botones estampada y una mamá rubia con medias largas. Típica familia gringa con sus típicas preguntas estúpidas y obvias gringas, el papá, caballero bien intelegente, le dice a la vendedora "¿eso es pizza de pepperoni?" 

Supongo no era obvia y típica la forma triangular del slice de pizza y mucho menos el pepperoni, la señora muy amablemente le responde que sí, a todas estas yo al lado con hambre y ganas de ir al baño esperando que al señor le respondieran el cuestionario de preguntas nada obvias. Siguió con una "¿Y se puede comer fría? Es que tenemos poco tiempo, estamos apurados" quería interumpir y decir "No señor, lamento informarle que la pizza fría dá cáncer" pero preferí callarme y seguir viendo como el hijo de aproximadamente 7 años, rubio y con lentes batía la botella de agua, lo cual aumentaba mis ganas de ir al baño un 95%. Mientras la hija de casi la misma edad, en caso de que no fueran gemelos,  le jalaba las bermudas a su mamá porque ya se quería ir, yo creía que el cuestionario había acabado cuando el señor cerró con la pregunta más obvia "¿Aceptas efectivo?". Creo que no tengo que describir nada ni criticar la pregunta, sólo pregunto algo yo, ¿existe algún local, o bien, para ser específicos, un local de comida rápida que no acepte efectivo? Okay, gracias. Después de eso volví a mi lejana puerta y me quedé ahí sentada sola unas 2 horas o más, acompañada de la música del DS de una niña mexicana, la cual muy delicadamente decidió poner la música de su juego a un 100%.




Después de todo un día de chistes, burlas, esperas y retrasos me tocó al fin montarme en el avión, me tocó con un señor bien simpático que se durmió apenas se sentó en la silla y posó conmigo en el avión, era cálido el señor, incluso creo que le caí muy bien, su sonrisa en las fotos es inigualable.






Lo bueno de todo esto es que me reí todo el día, esto fue algo largo pero creo vale la pena y más si se quieren burlar de mí. Les dejo las fotos con mi amigo y me disculpo por llevar tiempo sin escribir, saludos.