domingo, 10 de junio de 2012

El arte de vivir con lo que se tiene y se dejo de tener.

Tanto que contarte y tú con tan poco que decir, ¿cómo empezar? No me va muy bien en el colegio, química me es bastante difícil, el colegio sigue igual de aburrido y las materias igual de monótonas. Seguimos siendo el mismo grupo, a veces nos distanciamos un poco unos con otros, pero todo va bien. Por otro lado, en mi familia seguimos siendo tres y no creo que eso cambie, sigo teniendo una cama demás y quiero pintar mi cuarto.

Aún canto en la ducha aunque sé lo hago pésimo y de vez en cuando escucho como los del piso de abajo me mandan a callar, no sé que les pasa, no aprecian el talento. Tengo un blog que no mucha gente lee pero me encanta desahogarme en él, ¿recuerdas el cuento del indio? Lo tengo que transcribir pero creo que también lo publicaré allí, ¿tú qué dices? A mi no me convence pero creo que lo subiré, lo peor que puede pasar es que nadie lo lea.

Mi odio hacia los animales sigue y mis gavetas siguen igual de desordenadas, ¡pero hay algo nuevo! Ordené la mesa de mi cuarto y quedó excelente, ya no parece un campo de guerra al entrar. Donaré una ropa vieja que no usaba y coloqué cosas nuevas en el corcho, a veces te extraño y a veces simplemente no te recuerdo.

¿Cómo está tu mamá? Tiempo sin hablar con ella, lo último que escuché es que se iba a mudar a Canadá, tú sabes que me encanta Canadá, así que me parece excelente; me enteré lo de tu papá y no sé que creer, lo que me importa es que estés bien, por aquí todo marcha bien, no te mentiré diciendo que se ha mantenido así, pero digamos que todo se está encaminando. Por cierto, si me voy por humanidades, dudé segundos si irme por ciencias pero no, tú me conoces, sin duda prefiero humanidades.

No sé por qué no puedes responderme, o por qué me ves llorando sin decir nada, o por qué todo quedó a medias, lo raro del asunto es que no me molesta completamente, incluso la situación de no verte pero si sentirte me va funcionando. A decir verdad, por más irónico que suene, el venir a hablarte un rato, darte un regalo y sentirte sonreír se ha vuelto una necesidad, aunque nunca me digas nada y mantengas un silencio completo desde ya hace un tiempo.

y es que a decir verdad, hablarle a una parcela de tierra nunca había sido tan lindo.
Te ama siempre, Eugenia.
27.06.96 - 15-02.11